jueves, 22 de octubre de 2009

Tarde




La tarde está helada, llueve
Melancólica y reposada duerme,
Mis lágrimas caen
Observo las hojas caídas
de un árbol viviente
Puedo ver las calles solitarias
Se dibujan por la ventana
Puedo sentir el hundimiento
Al que está sometida mi alma en este desierto
Las refinadas gotas caen sobre barro
Sobre piedra, cemento, sobre el árbol
Y más aún te extraño
Teniendo que retener mis pensamientos más lejanos
A una realidad que asumo con desencanto
Puedo sentir que la naturaleza se expresa
Se demuestra y desenfrena
En cada parte que de ella destrozan
Y cada parte de ésta es asombrosa...hermosa

1 comentario:

  1. Que tangible la nostalgia expresada en este texto...una vez mas sin palabras. Besos.

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