Entre sábanas se elevan desiertos
desiertos húmedos y calientes bajo un fuego abrazante
caricias que queman
roces eternos en arenas impenetrables
onduladas, brillantes
Los poros expiran sudor
agitamientos que estremecen,
cimas se desnudan sutilmente
dejándose acariciar tiernamente
por un eterno amante forastero
que lejos de su tierra
vuelve dolorido y melancólico a su desierto
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